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Aves
de la cuenca del río Unión, Valle de El General, Costa
Rica, con notas sobre las poblaciones de Megaceryle torquata (Aves:
Alcedinidae)
Birds of Union River, Valle de El General, Costa Rica, with notes on Megaceryle torquata populations (Aves: Alcedinidae) Luis Diego Arias-Campos* * Universidad Nacional, Escuela de Ciencias Ambientales, Heredia, Costa Rica. e-mail: luisdiegoariascampos@gmail.com
Fecha recepción: Febrero 16, 2016 Fecha aprobación: Mayo 5, 2016 Editor Asociado: Jiménez-Ortega AM. Resumen Objetivos: Documentar las especies de aves que habitan y/o pasan por el río Unión, Valle de El General, Costa Rica, y estimar la abundancia relativa de Megaceryle torquata. Metodología: Para el listado se establecieron 20 puntos en 12 km y cada punto se observó una vez cada dos meses entre julio de 2014 y julio de 2015. Para la estimación poblacional de M. torquata se muestrearon mensualmente seis transectos lineales de 500 m cada uno, de junio de 2013 a junio de 2015. Ambos estudios fueron realizados entre 6:00 am y 10:00 am. Resultados: Con un estimador Jackknife 1=82,9 se observaron 78 especies, nueve migratorias, 68 residentes, y una con ambos estatus; cinco endémicas de Costa Rica y Panamá y dos de Nicaragua, Costa Rica y Panamá, clasificadas en 34 familias. La familia con más especies fue Thraupidae, con 14. La especie migratoria P. rubra se avistó en cuatro de los cinco meses estudiados, I. galbula, O. peregrina y M. crinitus, en tres, y las cinco restantes en uno o dos. La especie M. torquata se observó en 118 ocasiones, para una abundancia relativa de 0.87 ind/km. Los meses de mayor abundancia promedio fueron mayo y junio, con 1,33 ind/km, y los de menor fueron febrero, octubre y diciembre, con 0,5 ind/km. Conclusión: los ecosistemas ribereños de este río poseen relevancia en cuanto a hábitat y corredores biológicos, a pesar de su fragmentación. El adecuado uso de esta cuenca será de importancia para el ecoturismo, protección y restauración ecosistémica. Palabras clave: Abundancia, Avifauna, Bosques ribereños, Conservación, Ecoturismo, Proyecto Hidroeléctrico San Rafael.
Abstract
Objectives: To document the species of birds that inhabit and/or pass through the Unión River, Valle de El General, Costa Rica, and to estimate the relative abundance of Megaceryle torquata. Methodology: 20 points were established for 12 km and was observed once per point every two months between July 2014 and July 2015. For the population estimation of M. torquata, six linear transects of 500 m each were sampled monthly One, from June 2013 to June 2015. Both studies were between 6:00 am and 10:00 am. Results: 78 species were observed, nine migratory, 68 residents, and one with both status; Five endemic species from Costa Rica and Panama and two from Nicaragua, Costa Rica and Panama (Jackknife 1=82.9), classified into 34 families. The family with the most species was Thraupidae, with 14. In five months studied with migratory species, P. rubra occurred in four, I. galbula, O. peregrina and M. crinitus, in three, and the remaining five in one or two. The species M. torquata was observed on 118 occasions, for a relative abundance of 0.87 ind/km. The highest abundance months were May and June, with 1.33 ind/km, and the lowest were February, October and December, with 0.5 ind/km. Conclusion: the riverside ecosystems of this river have relevance in terms of habitats and biological corridors, despite their fragmentation. The proper use of this basin will be of importance for ecotourism, protection and ecosystem restoration. Keywords: Abundance, Birds, Conservation, Ecotourism, San Rafael Hydroelectric Project, Riparian forests.
Introducción
La avifauna costarricense cuenta con unas 911 especies (Obando-Calderón et al. 2014), con siete nuevos reportes a nivel nacional para la Lista Oficial de Aves de Costa Rica, lo que lo posiciona como uno de los países con mayor diversidad y endemismo en Centroamérica debido a la variedad de climas y ecosistemas que posee (Garrigues 2007), los cuales se dividen en cuatro provincias ornitológicas: Tierras Altas, Vertiente del Caribe, Pacífico Norte y Pacífico Sur (Stiles y Skutch 2007). Las aves cumplen funciones muy importantes en la polinización, dispersión de semillas, control de poblaciones y restauración de ecosistemas. Además, este grupo es un buen bioindicador de diversidad y para medir los efectos del colapso climático antropogénico (Vargas-Rojas 2010, González et al. 2011). Por otra parte, se han convertido en un importante atractivo para investigadores, aficionados y/u observadores de aves en el país, lo cual ha sido aprovechado en algunos sectores de Costa Rica para desarrollar actividades ecoturísticas (Driscoll et al. 2011). A pesar de esto, la avifauna se ha visto amenazada principalmente por factores antrópicos como pérdida de hábitat, contaminaciones, desprecio (en algunas especies mal llamadas plagas), domesticación y choques contra vidrios, esta última causa la muerte de millones de aves alrededor del mundo (Menacho-Odio 2015). La mitigación de estos impactos se ha convertido en un reto para la humanidad en los últimos años (Bustamante y Grez 1995). La expansión agrícola que se dio en el Valle de El General sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX con la construcción y mejora de las vías de comunicación (Hernández 2008), provocó la tala de prácticamente todos los bosques de la zona, quedando solo algunas pequeñas áreas protegidas como el Refugio Nacional de Vida Silvestre Longo Mai (452 ha; 7 km al este del río Unión), Los Cusingos Bird Sanctuary (78 ha; 10 km al noroeste del río Unión), y algunos bosques ribereños (Janzen 1983). Los estudios ornitológicos, se han enfocado en los Cusingos y zonas aledañas (López-Vargas y Ureña-Chacón 2004). Los demás espacios han sido destruidos de manera descontrolada ante la corrupción y poca intervención institucional (Estado de la Nación 2016). Aunque sean los bosques ribereños prácticamente los únicos remantes de la zona, estos poseen gran importancia como corredores biológicos, hábitat, retención de sedimentos, entre otras, además de que conserva los espacios de confluencia de los ecosistemas acuáticos, anfibios y terrestres. Sin embargo, estos se han visto afectados por deforestación, extracción de agua de los ríos, contaminación con agroquímicos, aguas residuales y desechos sólidos (Guariguata y Kattan 2002, Ceccon 2003). Uno de esos casos es el río Unión, que no cuenta con ningún estudio ornitológico. Recientemente una empresa constructora privada reportó 31 especies de aves basándose en revisiones bibliográficas de las guías ornitológicas costarricenses (Miranda 2013), como parte de los requisitos del Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) para la construcción del Proyecto Hidroeléctrico San Rafael en el río Unión (7250 KWh), que se suma a 13 proyectos más en el Valle de El General (Jiri Spendlingwimmer com. pers.) para conectar con el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC) y abastecer el Proyecto Mesoamérica promovido por el Grupo Banco Mundial para aumentar la producción y el saqueo en la región (Delgado 2015). A lo largo del río Unión habita el martín pescador (Megaceryle torquata), que es un ave que permanece principalmente cerca de los cuerpos de agua; se alimenta sobre todo de peces, aunque también consume insectos; los nidos los fabrican en paredones y miden alrededor de dos metros de profundidad. Se distribuye ampliamente por Centroamérica y Sudamérica (Stiles y Skutch 2007). Según BirdLife International (2016), esta especie no se encuentra bajo ninguna categoría de vulnerabilidad debido básicamente a su amplia distribución, aunque en algunas zonas existen situaciones que pueden estar afectando su estabilidad. Este trabajo tiene como objetivo conocer las especies de aves que habitan o visitan los bosques ribereños y/o el río Unión. Además, tiene como un segundo objetivo generar datos que aporten al conocimiento del estado de conservación de M. torquata en este y otros ríos. Metodología
Área de estudio. El Pacífico Sur de Costa Rica es sumamente biodiverso, con un conjunto de características óptimas para que habiten muchas especies de aves (Garrigues 2007). El Valle de El General posee un clima húmedo tropical, con aproximadamente 4 meses de estacionalidad climática (Hammel et al. 2004). El río Unión, coordenadas 9°19'13"N, 83°31'01"W, se encuentra en el centro del Valle de El General, sus tributarios nacen en la Cordillera de Talamanca y desagua en el río General, con una dirección norte-sur. Tiene una longitud aproximada de 12 km, iniciando en la confluencia entre el Río San Rafael y la Quebrada Pavón a 867 msnm, en la localidad de San Rafael, hasta la confluencia con el río General, en la localidad de Santa Ana a 540 msnm. Los suelos a la orilla del río Unión han sido utilizados sobre todo para pastoreo, plantaciones de café y caña de azúcar (observación personal) (Figura 1). Lista de especies. Se siguieron los parámetros establecidos por Ralph et al. (1996) para monitoreos por puntos de radio fijo. Se escogieron 20 puntos de conteo a lo largo del río, con aproximadamente 500 m de distancia entre uno y otro, los cuales se establecieron con el software ArcMap versión 10.0. Se observó y anotó durante 10 min las especies que no habían sido vistas anteriormente. Para este estudio no se incluyeron cantos. Los avistamientos en cada punto se realizaron una vez cada dos meses entre julio de 2014 y julio de 2015, entre las 6:00 am y 10:00 am, con binoculares 8x40. En total se visitó siete veces cada punto. Cada día se muestreó un máximo de 5 puntos con más de 2 km de distancia entre uno y otro. Algunas especies que no fueron observadas en este estudio fueron reportadas por Miranda (2013). Sin embargo, la metodología utilizada por dicha autora se basó en la revisión bibliográfica de Garrigues (2007) y Stiles y Skutch (2007), por lo que no se tiene evidencia de que habiten y/o visiten la zona. En la lista se indica si la especie es residente (R) o migratoria (M). Las especies endémicas de Costa Rica y Panamá se indican como "CR-Pan", mientras que las endémicas de Nicaragua, Costa Rica y Panamá se indican como "Nic-Pan" (Tabla 1). Los datos sobre distribución y estatus migratorio se tomaron de Garrigues (2007), y algunos nombres comunes en español fueron consultados en los trabajos de Obando-Calderón et al. (2014), Sandoval (2006), y la Lista Oficial de las Aves de Costa Rica de la Asociación Ornitológica de Costa Rica (AOCR) para los nombres latinos. Además se calculó el estimador no paramétrico Jackknife 1 que se basa en el número de especies que ocurren solamente en una muestra, y se utiliza para reducir el sesgo de los valores estimados (Miller 1974). Poblaciones de M. torquata. Se consultó la metodología de Vilches et al. (2012). Se realizaron seis transectos de franja mensuales de 500 m cada uno en diferentes sitios a lo largo del río desde junio de 2013 a junio de 2015, para un total de 144 recorridos (72 km). La duración de los recorridos dependió de las condiciones del terreno (x̄=45,41 min; σ=25,99 min por recorrido). Por día se realizó un solo transecto para evitar contar más de una vez el mismo individuo. Los recorridos se llevaron a cabo entre 6:00 am y 10:00 am. Se incluyeron únicamente los individuos observados de forma directa o con binoculares 8x40 que estuvieran perchados o en vuelo. Se calculó la abundancia mediante la fórmula: P= I/D
donde P es la abundancia I es el número de individuos observados D es distancia recorrida Resultados
Lista de especies. Se observaron 78 especies (Jackknife 1=82,9) clasificadas en 34 familias. Del total, 9 son migratorias (Figura 2), 68 residentes, y una posee ambos estatus, de las cuales cinco son endémicas de Costa Rica y Panamá, y dos de Nicaragua, Costa Rica y Panamá (Tabla 1). Las especies residentes que son observadas más a menudo son C. aura, C. atratus (Cathartidae), P. domesticus (Passeridae), C. spiza, R. costaricensis, S. maximus, T. episcopus, T. larvata, S. corvina (Thraupidae), y T. grayi (Turdidae). Para el caso de las migratorias, P. rubra (Cardinalidae) e I. galbula (Icteridae) son las más comunes (Tabla 1). Entre setiembre de 2014 y mayo de 2015 fue el período que se observaron especies migratorias. Durante ese lapso se realizaron cinco visitas a los 20 puntos de conteo. La especie P. rubra (Cardinalidae) se avistó en cuatro de las cinco visitas, mientras que I. galbula (Icteridae), O. peregrina (Parulidae) y M. crinitus (Tyrannidae), se observaron durante tres de las cinco vi- sitas. Las restantes cinco especies migratorias se reportaron en una o dos de las cinco visitas. Las especies E. forficatus (Accipitridae), E. platypterus (Accipitridae), B. ibis (Ardeidae), C. aura (Cathartidae) y C. atratus (Cathartidae) solo se observaron en vuelo. Al ser observaciones restringidas a la cuenca, algunas especies no fueron incluidas, porque se avistaron en sitios lejanos al río. Las especies D. lineatus (Picidae), M. tuberculifer, P. sulphuratus (Tyrannidae), S. corvina (Thraupidae) y T. savana (Tyrannidae) sólo fueron observadas en los puntos que se establecieron en potreros o áreas abiertas con presencia de especies vegetales como Cecropia spp. (Cecropiaceae), Clidemia octona (Melastomataceae), Piper aduncum (Pipera- ceae), Rottboellia cochinchinensis (Poaceae) y Urera baccifera (Urticaceae), entre otras, aunque no se observó dispersión de semillas por parte de estas especies de aves. Las especies restantes se observaron tanto en terrenos boscosos como no boscosos. Las endémicas no tuvieron un ecosistema específico en común. Más bien, algunas parecen estar adaptadas al sitio como el caso de P. frantzii (Ramphastidae) y R. costaricensis (Thraupidae), que frecuentan espacios alterados muy cercanos a los asentamientos urbanos. La familia con más especies fue Thraupidae (N=14), seguida por Tyrannidae (N=10) y Trochilidae (N=6), mientras que las fami- lias Alcedinidae, Caprimulgidae, Cardinalidae, Coerebidae, Corvidae, Cracidae, Cuculidae, Emberizidae, Falconidae, Momotidae, Passeridae, Rallidae, Tinamidae, Tityridae, Trogonidae y Turdidae tuvieron una baja representatividad con tan solo una especie. Por esta razón no fueron incluidas en la Figura 3. La familia Thraupidae además tiene las especies más comunes y visibles en la zona. Una práctica frecuente de atracción de aves en las casas es la instalación de comederos con bananos maduros en un sitio visible. Las especies que más frecuentan estos comederos son C. spiza, R. costaricensis, S. maximus, T. episcopus y T. larvata (Thraupidae), y T. grayi (Turdidae). Durante la época de aves migratorias se suman principalmente I. galbula (Icteridae) y P. rubra (Cardinalidae). Poblaciones de M. torquata. En total se observaron 118 individuos, de los cuales 110 se avistaron volando, mientras que los restantes ocho estaban perchados, para una abundancia total de 0,87 ind/km. El número de individuos aumentó levemente entre abril y agosto, mismo período en el que se observaron individuos juveniles (Figura 4). Durante las visitas fuera del estudio, se observó esta especie a lo largo del día, independientemente de las condiciones climáticas. Algunos estanques artificiales de tilapias (Oreochromis niloticus) son cubiertos con sarán para evitar la llegada de nutrias (Lontra longicaudis) y de los martín picador (M. torquata). Los meses de mayor abundancia promedio fueron mayo y junio, con 1,33 ind/km, mientras que los de menor abundancia fueron febrero, octubre y diciembre, con 0,5 ind/km. En todos los casos se observaron individuos solitarios y no se encontraron nidos. Las perchas fueron en rocas y ramas horizontales y largas de árboles de sotacaballo (Zygia longifolia: Fabaceae), que utiliza para lanzarse al agua a capturar peces (Figura 5). Discusión
La fragmentación de ecosistemas es una de las principales causas de reducción de especies (Bustamante y Grez 1995). Las comunidades silvestres del río Unión presentan una disminución con respecto a algunas áreas protegidas en el Valle de El General como Los Cusingos Bird Sactuary, uno de los sitios más importantes de avistamiento de aves en el país, y reconocido por la diversidad avifaunística (López-Vargas y Ureña-Chacón 2004). La reducción de los bosques ribereños para la expansión ganadera y la extracción de agua para riego son dos situaciones comunes que han transformado el ambiente físico sobre todo durante la época seca en el Río Unión. A esto se le suma los nulos esfuerzos en conservación y los impactos indirectos de los monocultivos de piña sobre el río Unión, la aplicación de agroquímicos y la sedimentación que desplaza y/o reduce la biodiversidad de varios grupos biológicos, sobre todo aves (Maglianesi 2013). A pesar de eso, la mayoría de especies endémicas encontradas parecen estar adaptadas a las alteraciones antrópicas de los sitios no piñeros. Los proyectos hidroeléctricos merecen especial atención por los impactos de fragmentación ecosistémica, cambios de caudal, variaciones en la composición del agua, retención de sedientación natural, etc. (Anderson et al. 2006), que podrían ser instalados en el río Unión y otras cuencas del Valle de El General. El EsIA para el Proyecto Hidroeléctrico San Rafael (Miranda 2013) muestra un listado avifaunístico menor al reportado en este trabajo (31 vs. 78). Además, es una revisión bibliográfica sin certeza de que las aves presentadas realmente habiten en los alrededores, y no muestra ninguna de las especies endémicas locales o regionales que en ocasiones son comunes y representativas de la zona. Las aves constituyen un elemento fundamental en la sucesión ecológica mediante la dispersión de semillas en potreros, terrenos en regeneración y bosques maduros, como el caso en la zona de estudio con las de las familias Cecropiaceae, Urticaceae, Melastomataceae, Piperaceae y otras, que son pioneras en la recuperación de ecosistemas degradados debido a que toleran condiciones desfavorables. Estas plantas de semillas pequeñas llegan a estos ecosistemas mayormente mediante la dispersión por aves y demás animales frugívoros, mientras que las poáceas, importantes en la cobertura del suelo, lo hacen por el viento (Janzen 1983, Vargas-Rojas 2010). Arévalo (2010), afirma que la captura de aves para cautiverio y demás factores puede afectar la dispersión y las dinámicas de los ecosistemas naturales. Todavía no se cuenta con estudios sobre la abundacia de M. torquata. El trabajo de Vílches et al. (2012) en España con el martín pescador Alcedo atthis dio una abundancia relativa de 0,65 ind/km; levemente menor a la de M. torquata. Estos autores indican que es una abundancia baja, aunque es dificil establecer comparaciones ante las diferencias continentales y de las especies. La alimentación de esta M. torquata se compone principalmente de peces (Stiles y Skutch 2007), sin embargo, la ictiofauna dulceacuícola se han visto afectada por la pérdida de hábitat, contaminación con agroquímicos, extracción de agua, sobrepesca y proyectos hidroeléctricos (López-Casas et al. 2014). Esto está llevando a una importante reducción de las poblaciones (Bussing 1998) que produce afectaciones sobre las aves con hábitos alimenticios ícticos (Pelayo y Soriano 2010), y desencadena deterioros a los demás grupos biológicos mediante las cadenas tróficas. Arenas y Porini (2009) afirman que la presencia de M. torquata puede ser un indicador de la abundancia (o al menos presencia) de peces. Aunque BirdLife Intenational (2016), considere a M. torquata como no vulnerable, sí destaca las problemáticas que pueden estar afectando poblaciones a nivel local, a pesar de considerarse una especie en crecimiento poblacional y amplia distribución. Queda pendiente estudios poblacionales de esta especie en otros sitios para lograr establecer comparaciones. Conclusiones
Los remanentes boscosos en el río Unión representan el hábitat para las especies observadas durante este estudio. Sin embargo, la domesticación, la cacería y la deforestación son factores que amenazan las poblaciones de aves silvestres, siendo las especies endémicas las más vulnerables por sus restricciones biogeográficas, aunque también las demás especies reciben presiones antrópicas cada vez más fuertes ante las acciones directas o indirectas provocadas por el avance descontrolado del saqueo de recursos. Las aves son uno de los grupos más atractivos para los humanos. Por esa razón la conservación de las especies silvestres es un valor agregado a las actividades ecoturísticas rurales que se realizan en la cuenca alta del río Unión (llamada río San Rafael). Ante el agotamiento de los recursos, aumenta la presión hegemónica (sobre todo foránea) de privatización y saqueo de los que quedan, como el agua. Para este caso, se vuelve fundamental conocer la vida silvestre de la zona para aprovechar dichos recursos mediante el manejo no ambicioso de esta cuenca hidrográfica que evite vulnerabilizar y destruir los ecosistemas. La extracción de agua del río, la deforestación, la contaminación, la sobrepesca y otros factores han puesto en riesgo las comunidades acuáticas principalmente en la parte baja del río, lo cual afecta a especies como M. torquata, que dependen del bienestar ecológico de la cuenca, ante su estrecha relación con cuerpos de agua. Estas amenazas son recurrentes en los demás ríos del Valle de El General y otras zonas bajas del país ocupadas con agricultura expansiva o centros urbanos. Aunado también se encuentran los impactos ambientales de los proyectos hidroeléctricos principalmente sobre la ictiofauna, pero también sobre los ecosistemas circundantes, que ha provocado grandes deterioros ecológicos otras zonas del país, sobre todo si no se conoce los ecosistemas y las especies que se verán afectadas por estos proyectos. Este trabajo constituye un primer aporte, como base para el conocimiento, adecuado manejo y conservación de la avifauna y los ecosistemas del río Unión y zonas aledañas, que facilite la toma de decisiones coherentes sobre el uso de la biodiversidad para el bienestar común y el buen vivir de las comunidades locales que dependen directamente de la naturaleza y los recursos que produce. Agradecimientos
A Central de Abarrotes La Feria (Pérez Zeledón) por el apoyo logístico durante esta investigación. A Oscar Arias Segura por facilitar los nombres comunes. A Carmen Campos Valverde y Johan Barboza Tames en el trabajo de campo. Además, a la Escuela de la Tierra-Longo Mai y a Jiri Spendlingwimmer por la información brindada sobre el Proyecto Hidroeléctrico San Rafael. Literatura citada
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